Pomar de Cinca, integrada en la localidad de San Miguel de Cinca desde 1972, está situada en una hondonada, con clima sano y en un terreno llano, sin accidentes importantes que alteren la continuidad monótona horizontal de las tierras de labor, dedicadas a los cultivos agrícolas de regadío y de secano dedicados al cultivo de maíz, alfalfa , trigo y arroz y al porcino.
Los planos se presentan como una gran llanura abierta en un horizonte larguísimo, tan sólo animado por las cuadrículas de cultivo, en donde los nuevos regadíos, nacidos al amparo del río Cinca y de sus afluentes y de los canales de ellos derivados, han cambiado la fisonomía del paisaje.
El núcleo de Pomar de Cinca ha tenido un desarrollo urbanístico en llano y en laderas, a los pies de la colina donde estaría emplazado el castillo, teniendo como límite por el Norte esta elevación y por el Sur el barranco de La Clamor, creciendo urbanísticamente de forma lineal entre ambos.
Su núcleo urbano está compuesto por calles estrechas e irregulares, con ausencia de plazas -a excepción de la plaza Mayor-, donde encontramos edificios que pertenecieron a familias notables como Casa Mata, Casa Sancho o Casa Arroyo.
Es una población limpia, acogedora, con calles asfaltadas y plazas que invitan al recogimiento y al silencio. Se halla cobijada del cierzo mediante una colina que sirvió de pedestal de su vetusto castillo y desde donde se pueden apreciar bonitas vistas de todo el pueblo y de las huertas que le rodean.
Breve historia
El nombre de Pomar tiene diferentes interpretaciones. Para unos proviene del nombre de un personaje romano, godo o mozárabe que allí tuvo sus posesiones, otros opinan que se refiere a sus características como huerto de frutales pero lo que de verdad es cierto es su situación francamente privilegiada, junto al Cinca y La Clamor, tal vez siendo, villa romana, con explotaciones agrícolas y viviendas de colonos con excelentes huertas.
De los primeros siglos carecemos de noticias pero en el año 700 Pomar estaba musulmanizada y habituada a las nuevas costumbres. Una vez iniciada la Reconquista, los ejércitos aragoneses de Sancho Ramírez aparecen en Pomar, lo que trastocó la vida de sus habitantes: ocupación y repoblación del territorio, reparto de tierras, cambio social y religioso y presencia de tres comunidades formadas por árabes, judíos y cristianos.
Los reyes sucesivos pasaron por Pomar a lo largo de los años cristianizando el lugar y ya en 1192 la iglesia de Pomar pertenecía a la encomienda de Monzón de la Orden del Temple. Su castillo fue el verdadero protagonista de las disputas y guerras que tuvieron lugar en este pequeño pueblo cinqueño, ya que fue cercado en varias ocasiones y cuyos restos se reducen en la actualidad a algunos pocas piedras en lo alto de la colina desde la que se aprecia el pueblo.
Durante la Guerra Civil se destruyó la iglesia, se quemó el retablo y los archivos religiosos y municipales pero fue en los años posteriores a la guerra cuando el pueblo empezó a resurgir, ya que en 1940 se construyó el depósito de agua y en 1972 el Consejo de Ministros aprobó la fusión de los municipios de Pomar de Cinca, Estiche y Santalecina, para constituir uno nuevo denominado San Miguel de Cinca, con capitalidad en Pomar.