Estiche de Cinca
La localidad ha estado ocupada desde hace siglos como así demuestran los yacimientos aparecidos del Neolítico y de la Edad de bronce, en aceptable grado de conservación, en los tozales de las partidas de las Almacidas y el Tozal de Maracullo.
También han sido frecuentes los hallazgos prerromanos, entre los que destaca un vaso correspondiente al Haslltat (I Edad del Hierro), con decoración excesiva a triángulos, obtenida por presión de punta de espátula hecha al horno, conservado en el Museo Provincial de Zaragoza; se encontraron también varios brazaletes y fíbulas.
Salvada aquella época, muchísimos siglos después el hito más importante es la mención de este municipio como Estielic en su primera cita documentada correspondiente al mes de agosto del 1.134, en el que el Rey Alfonso I de Aragón dio a doña Toda el castillo allí existente (castillo de Estilic) junto con el de Juslibol. Nada se sabe en la actualidad de la antigua fortaleza que a buen seguro seria una de tantas situadas en la ribera del Cinca para su defensa.
Después, en 1.391, Estiche paso a depender de la orden del hospital y en 1.610 Labaña confirma que era de la encomienda del hospital Chalamera. El número de habitantes es inferior al registrado del siglo pasado cuando Madoz reseñó 48 casas, 48 vecinos y 239 almas. En el censo de 1.857 figuraban 452 habitantes y llego a 1.900 superando el medio millar.
Conserva su antigua trazado urbanístico con calles y plazas de rancio sabor y edificios de escasa altura, construidas de tapial en su mayoría y con cubierta de teja curva. Aun es posible contemplar espléndidas portaladas y balcones voladizos y buena forja de los siglos XVIII y XX.
Por último, añadir que este municipio histórico de la provincia de Huesca, situado en la Comarca del Cinca Medio, se fusiona con Pomar de Cinca y Santalecina, debido a su fuerte unión histórica y cultural con estos otros dos municipios, formando el municipio de San Miguel de Cinca en 1972.
Pomar de Cinca
El nombre de Pomar tiene diferentes interpretaciones. Para unos proviene del nombre de un personaje romano, godo o mozárabe que allí tuvo sus posesiones, otros opinan que se refiere a sus características como huerto de frutales pero lo que de verdad es cierto es su situación francamente privilegiada, junto al Cinca y La Clamor, tal vez siendo, villa romana, con explotaciones agrícolas y viviendas de colonos con excelentes huertas.
El topónimo Pomar aparece documentalmente, por primera vez, en 1083, con idéntica grafía que en la actualidad. Claramente su nombre vendría de su rica posición, como lugar de árboles frutales. Hacia el 800 aparecieron por el Cinca nuevos métodos de vida como el pastoreo de animales domésticos, el cultivo de la cebada, el centeno y el trigo, la invención de la cerámica, la cestería y los tejidos, la caza y la pesca.
De los primeros siglos carecemos de noticias pero en el año 700 Pomar estaba musulmanizada y habituada a las nuevas costumbres.
Una vez iniciada la Reconquista, los ejércitos aragoneses de Sancho Ramírez aparecen en Pomar, lo que trastocó la vida de sus habitantes: ocupación y repoblación del territorio, reparto de tierras, cambio social y religioso y presencia de tres comunidades formadas por árabes, judíos y cristianos.
Los reyes sucesivos pasaron por Pomar a lo largo de los años cristianizando el lugar y ya en 1192 la iglesia de Pomar pertenecía a la encomienda de Monzón de la Orden del Temple. Su castillo fue el verdadero protagonista de las disputas y guerras que tuvieron lugar en este pequeño pueblo cinqueño, ya que fue cercado en varias ocasiones y cuyos restos se reducen en la actualidad a algunos pocas piedras en lo alto de la colina desde la que se aprecia el pueblo.
Durante la Guerra Civil se destruyó la iglesia, se quemó el retablo y los archivos religiosos y municipales pero fue en los años posteriores a la guerra cuando el pueblo empezó a resurgir, ya que en 1940 se construyó el depósito de agua y en 1972 el Consejo de Ministros aprobó la fusión de los municipios de Pomar de Cinca, Estiche y Santalecina, para constituir uno nuevo denominado San Miguel de Cinca, con capitalidad en Pomar.
A partir de entonces se llevaron a cabo numerosas obras como la restauración y renovación del alumbrado público, el ensanchamiento con instalación de tubería en el camino del Cinca, mejoras en la Plaza Mayor y casa Consistorial, etc
Santa Lecina
Los primeros restos localizados en el término de Santalecina parecen proceder de los íberos, aunque el topónimo proviene de la época romana, refiriéndose al posesor romano Licinius y a sus tierras, saltus, adquiriendo el nombre de Saltus Lizinius. Los restos, tanto del posible poblado íbero como de la villa romana, pueden verse en el lugar conocido como Tozal de los Moros.
Tras la reconquista por parte de Sancho Ramírez, el topónimo evolucionó a Santa Lizinia. Perteneció al reino medieval montisonense, y del poblado medieval se mantiene erguido un arco de su templo dedicado a San Pedro en el monte de Larroya. Fue villa amurallada aunque no queden restos de ella.
En el año 1184, Doña Sancha, esposa de Alfonso II el Casto, ofreció al Maestro del Temple el castillo y la población de Santalecina y algunas posesiones de Pueyo de Santa Cruz a cambio de las iglesias de Sijena y Sena. Tres años después se hizo el intercambio, pasando a depender de la encomienda templaria y luego sanjuanista de Monzón.
Por Larroya pasaba un importante camino compostelano que desde Monzón, y tras pasar por Villanueva de Sijena y Candasnos llegaba a Zaragoza. En 1585, durante la celebración de Cortes en Monzón, Felipe II se descubrió delante de San Pedro.
Desde el siglo XV hasta la desamortización de 1835 formó parte de una encomienda formada por Chalamera, Belver, Estiche y Santalecina.
En 1827 se cita la existencia de una industria telar de lienzos comunes, así como de la producción agrícola y ganadera, constante durante toda su historia.
Su parroquia dedicada a San Salvador, se convierte en parroquia independiente en el año 1746, en el que deja de ser agregada de la de Estiche
En 1972, formó ayuntamiento con las localidades vecinas de Pomar de Cinca y Estiche, llamando al municipio San Miguel de Cinca.